Ford Kuga PHEV: el SUV híbrido enchufable de Ford

Ningún fabricante puede permitirse el lujo de seguir ignorando los sistemas de propulsión alternativos. Por ello, la hibridación se ha convertido en una necesidad para cumplir con las normativas cada vez más drásticas contra las emisiones de CO2. Así, desde el año pasado, el fabricante del óvalo azul ofrece una versión PHEV de su SUV Kuga (2.5 Duratec 225 CV Powersplit PHEV eCVT).

Sobre el papel, un híbrido enchufable es lo último en ser un coche eléctrico pero sin las limitaciones de un coche eléctrico. Sí, cuando se ha agotado el suministro en el modo de cero emisiones (unos cincuenta kilómetros e incluso más de sesenta en tráfico urbano), se puede continuar el viaje tranquilamente porque el motor de combustión (en este caso de gasolina) toma el relevo, aclara Crestanevada Sevilla.

En la práctica, el nuevo paquete híbrido del Ford Kuga combina un gran motor de gasolina de 2,5 litros y cuatro cilindros con 164 CV, un motor eléctrico de 61 CV alimentado por una potente batería de iones de litio de 14,4 kWh y una transmisión variable continua (CVT). La potencia combinada es de 225 CV.

Curiosamente, la ubicación de la batería bajo los asientos no reduce en absoluto el espacio interior: el asiento corrido sigue siendo deslizante y el volumen del maletero prácticamente no cambia.

La gran cualidad de este todoterreno de 1,8 toneladas es que es poco potable. De hecho, diversos medios de comunicación del motor le dan una media de 6,5 litros a los 100 km en un recorrido mixto de ciudad y carretera.

La vida en el Ford Kuga PHEV. ¡Diversión!

Para que el matrimonio tenga éxito, los elementos técnicos del sistema híbrido no deben ser demasiado invasivos en el espacio vital. En este sentido, los pasajeros traseros no pueden ver la diferencia con los otros Kugas. El asiento corrido y reclinable de dos piezas es tan acogedor y cómodo como siempre, con mucho espacio para las piernas y para los hombros y la cabeza. El asiento del medio, en cambio, es demasiado duro para el pasajero, pero puede acoger a un quinto ocupante sin obligarle a hacer una desagradable gimnasia.

El maletero es muy espacioso, con un volumen que varía de 411 litros a 581 litros cuando el asiento corrido se adelanta y los respaldos se levantan. Se dispone de un espacio bajo el suelo, alrededor de la pequeña batería de 12V para guardar los dos cables de carga.

La vida a bordo es agradable, pero carece de originalidad. La presentación oscura y clásica, habitual en Ford, borra el efecto de novedad. El acabado está a la altura, aunque hay algunas asperezas en la consola central, por ejemplo, y una gran proporción de plásticos duros que siguen siendo agradables al tacto.

Los botones físicos siguen teniendo su lugar en el Kuga, y ofrecen una buena ergonomía. La pantalla táctil central de 8″ es fácil de usar pero le falta capacidad de respuesta.

El Kuga PHEV en la carretera: muy equilibrado

Una vez en la carretera, el nuevo Ford Kuga PHEV impresiona por su funcionamiento silencioso y su suave conducción. No sólo funciona a menudo en modo eléctrico (dependiendo del nivel de carga de la batería), sino también gracias a su transmisión variable continua, que es mucho más suave y lineal que las cajas de cambios automáticas que montan otros modelos híbridos. Sin embargo, esta transmisión, como todas las CVT, tiene tendencia a «gritar» el régimen del motor cuando se acelera con fuerza. Pero dada su amplia potencia y par motor, rara vez es necesario pisar el acelerador. El récord de consumo de combustible es muy bueno, porque en cuanto se suelta el pedal del acelerador, el potente sistema de frenado regenerativo almacena energía en la batería, que se reinvierte inmediatamente en el sistema de propulsión eléctrica para reducir el consumo de combustible del motor de combustión.

Otra ventaja es que también es posible seleccionar el modo de recarga forzada, en carretera por ejemplo, para poder terminar el trayecto urbano en modo eléctrico. También hay otros dos modos disponibles: 100% eléctrico (si la batería está suficientemente cargada) y carga diferida.

Por lo demás, este vehículo enchufable es tan ágil y dinámico como otros Ford Kuga. La aceleración sigue siendo eficaz. Así como la transmisión que mantiene un interesante equilibrio y que invita a tomar las curvas a gran velocidad.

Agradable de conducir, realmente sobrio, y ofreciendo un muy buen nivel de autonomía eléctrica, este Kuga asume perfectamente su vocación familiar con un buen confort, una agradable habitabilidad y una acertada modularidad.