Seguramente has oído hablar de los beneficios de la práctica de la atención plena, pero ¿qué significa tener una práctica de atención plena? La definición de mindfulness es «prestar atención de una manera particular: a propósito, en el momento presente y sin juzgar». Si bien el término mindfulness es una palabra utilizada para describir un estado de conciencia sin juicios, la práctica de la mindfulness es una actividad que facilita y refuerza la atención plena.
La práctica de la atención plena tiene por objeto fomentar la conciencia del momento presente y se basa en la aceptación y el no juicio, puntualiza Miguel Peña. Un concepto erróneo común es que el único propósito de una práctica de mindfulness es fomentar el bienestar y la sensación de calma, pero estos son sólo efectos secundarios positivos, según muchos investigadores.
Por último, deberías pensar en la práctica de la atención plena como un término general, como los deportes. Puede ser que encuentre una práctica de mindfulness más agradable y adecuada que otra, de la misma manera que puede disfrutar más del hockey que del tenis.
Los tres tipos más comunes de práctica de la atención plena son la meditación, el yoga y el qigong/tai chi. Si quieres empezar, aquí tienes algunas cosas que pueden ayudarte a mantener tu práctica.
Antes de empezar, asegúrate de definir tu motivación para empezar una práctica de mindfulness. La gente que lo hace es más probable que continúe con su práctica. Escribe una breve declaración inspiradora y colócala en algún lugar donde la veas todos los días, como junto al espejo del baño o cerca del monitor de la computadora.
Muchos de nosotros asumimos que la atención se dará fácilmente. Creemos que seremos capaces de mantener nuestra atención durante mucho tiempo, pero poco sabíamos, no muchos de nosotros podemos practicar durante más de 10 minutos al principio. No se fijen un objetivo demasiado grande al principio, ya que se arriesgarán a fracasar. Experimentar el fracaso puede hacerte sentir que no eres lo suficientemente bueno, lo que hace más probable que te rindas. Dicho esto, este es un problema muy común con el que se encuentra mucha gente. Si empiezas por algo pequeño y eliges un objetivo realista, tendrás más probabilidades de tener éxito, lo que te ayudará a aumentar tu confianza.
Cuando se trata de crear un nuevo hábito, es importante hacerlo lo más conveniente posible, simplemente porque es más probable que hagamos cosas que son fáciles de hacer. Un pequeño cambio en nuestro entorno puede hacer una gran diferencia. Por ejemplo, digamos que quieres crear el hábito de hacer flexiones por la mañana. En lugar de obligarte a bajar al suelo y hacer flexiones, imagina lo que pasaría si pusieras el despertador debajo de la cama. Para apagar el despertador, tienes que tirarte al suelo. Y mientras estás ahí abajo, podrías hacer un par de flexiones. Esta técnica se llama «empujones» y podemos usarla a nuestro favor.
La práctica de la consciencia es una actividad solitaria por naturaleza. Sin embargo, no significa que no podamos tener un socio para asegurar la responsabilidad. Las investigaciones han demostrado que las personas que practican con un grupo o con sus parejas tienden a mantener mejor su práctica. Intenta buscar un grupo de meditación o de yoga en tu comunidad.